viernes, 17 de julio de 2009

OSCAR PERDOMO GAMBOA O LA NUEVA REVELACIÓN LITERARIA

No se avizora dentro del panorama de la nueva narrativa del Tolima un grupo amplio de nombres que pudieran señalarse como representativos en el campo del cuento y la novela. Si bien es cierto que por lo menos cada semana se tropieza uno con nuevos libros, la calidad desafortunadamente lejos está del talento y el profesionalismo. Distantes parecen los tiempos en que una generación de por lo menos diez autores figuraba de manera continua en los medios de comunicación y en el merecimiento de concursos prestigiosos tanto en lo nacional como en lo internacional. Lo claro es que su categoría literaria sigue vigente pero ya se trata de escritores que sobrepasan los 50 y los 60 años. Respecto a las novedades, el facilismo, la improvisación, la superficialidad, el arribismo literario y la pose de intelectuales entre comillas, no permite que sus egos quepan en el universo, contrario a lo que realmente escriben con altas dosis de mediocridad. Sin embargo, no faltan las perlas y las excepciones luminosas como es el caso de Oscar Perdomo Gamboa. Este ibaguereño que nació en 1974, es un Comunicador Social de la Universidad Autónoma con Maestría en Literatura colombiana y latinoamericana, al tiempo que lleva cinco años como docente de diversas universidades de Cali, donde inclusive fue premiado como profesor distinguido en el 2008 en la Universidad Autónoma de Occidente. Pero lo que importa aquí es señalar que su primera novela titulada Hacia la Aurora obtuvo el Premio Jorge Isaacs en 1988 cuando apenas contaba con sus primeros 24 años y fue reeditada en el 2005. Hoy, a sus 35, se proyecta como uno de los nuevos y valiosos valores de la literatura colombiana y como un representante del Tolima en esas fauces. De allí que Caza de libros decidiera publicar de manera masiva para su programa de Club Lector un nuevo libro suyo titulado De cómo perdió sus vidas el gato, texto ingenioso, lleno en esencia de fantasía que divertirá a todas las edades. En el 2008 apareció su segundo libro titulado Ella, mi sueño y el mar, una búsqueda de la idea de recrear algo del romanticismo, tesis de su maestría. El texto que navega en un mundo de quimera con sirenas, seres de aire y de piedra, que incluye conversaciones con los hermanos Grimn, Tolstoi y El Quijote, tiene en su tercera parte un narrador que asume y dice que Oscar Perdomo ha muerto rompiendo el encanto de la ficción y encarnándose así mismo con su cabello largo, amante de los comics, la música y la influencia del cine en su literatura. Sus personajes encarnan el heroísmo y sorprenden por las diversas personalidades que asumen. María Paula, por ejemplo, la protagonista femenina, canta e inspira con su voz y mientras él relata las historias ella le pone música. Pero va más allá evocando la guerra napoleónica, el imperio azteca, Sandokan, el tigre de Malasia, el fútbol, la música de los años 60-70 conversando con Pink Floyd. Dentro de la libertad del escritor, los cuentos transcurren en diversos escenarios. Maria Paula ha sido creada en el Japón y se entrena como samurai al tiempo que Oscar se ha hecho espadachín en Verona como perdonavidas. Las transformaciones se notan más en la segunda parte donde Oscar es un ser rocoso que siembra las flores de abajo hacia arriba. Se trata entonces de un nuevo estilo y una nueva voz que unida a la de Carlos Flaminio Rivera, Carlos Pardo Jr, Carlos Andrés Oviedo y Leonardo Mora, van realizando el cuadro de los nuevos narradores colombianos nacidos en el Tolima. Ya era tiempo de un resurgir, porque tanto en la literatura como en la política misma estamos viviendo de los paradigmas del pasado.
La

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