viernes, 27 de marzo de 2009

Los Juanes del Tolima

La noticia del lanzamiento de la candidatura al Senado de la República por parte de Juan Mario Laserna y Juan Lozano Ramírez, con amplia ascendencia en el Tolima, nos deja sentir un aire fresco por tratarse de nuevas figuras que nos darán por fin una representación digna en el congreso. Salvo Luis Humberto Gómez Gallo que tuvo una feliz incidencia en los grandes proyectos de desarrollo regional a través de gestiones eficaces, los demás son representaciones pálidas perdidas entre la montonera y sin ningún protagonismo. Casi remotos nos resultan los tiempos en que prohombres verdaderos encarnaban el liderazgo en esta tierra. Por el último medio siglo de vida política en el departamento, podrá verse como una época donde florece la fortaleza de los partidos políticos tradicionales, abunda su atomización y finalmente generan en mucho su crepúsculo, así como advierte el renacer de nuevas opciones políticas y la renovación de jefaturas. Si se examina el paso de quienes han estado con el título de parlamentarios a lo largo de las cinco últimas décadas, nos encontramos que la mayor parte de ellos hicieron historia pero personal. La demostración está a la vista porque buena parte lograron una substanciosa pensión vitalicia pero no presentaron un solo proyecto de ley ni se destacaron en el país. Contados son con los dedos de las manos quienes alcanzaron tal dignidad y generaron beneficios para toda la región por encima de los intereses de grupo o de partido y limitados fueron aquellos que lograron figuración por sus debates enriquecedores en los diversos procesos de interés nacional. No es sino realizar una encuesta tanto entre quienes ejercen hoy la política como entre quienes no, para ver cómo ya nadie recuerda por lo menos al 90% de quienes figuraron en las últimas décadas. Pasaron y posaron como parlamentarios sin pena ni gloria y sólo ellos o de pronto sus familias recuerdan el episodio. De allí que sea fácil al examinar sus hojas de vida y la trayectoria cumplida en el parlamento, tropezarnos con un desempeño simplemente rutinario por no decir mediocre. De otro lado es importante destacar que los jefes de los partidos tradicionales por razón de su trabajo intenso, capacidad de maniobra, aceptación entre la gente y respuesta positiva a parte de sus aspiraciones, lograron permanecer por décadas al frente de sus colectividades concentrando el poder sin que se diera durante ese tiempo movilidad alguna, terminando sus carreras políticas casi a la brava por sustracción de materia, cansancio de los electores, surgimiento de nuevas realidades. Desde el punto de vista político, tanto el Partido Liberal como el Conservador eran organizaciones fuertes, con jefes reconocidos nacionalmente. Colocaban altas cifras en las elecciones que no han vuelto a repetirse, se lograba importante participación en el gabinete nacional y los Institutos descentralizados y se presentaban con verdadera autoridad. Después lo que ha venido es la atomización de los partidos, la conformación de microempresas electorales, el establecimiento de un archipiélago de dirigentes sin respetabilidad en el país, salvo lo alcanzado por algunos al ocupar cargos directivos en el parlamento, concretamente sus presidencias. En términos generales es la mediocratización que deviene en una de las causas por las cuales no tiene el Tolima mejores oportunidades frente al presupuesto nacional y desde luego contribuyen por su causa al atraso y a cultivar el subdesarrollo de la región. De allí que la noticia sobre el lanzamiento al Senado de Juan Lozano Ramírez y Juan Mario Laserna sean positivas.

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